Ana Muñoz Cuenca, Campeona Mundial de Kickboxing: el deporte en el ADN

¿Qué crees que aporta al desarrollo de la personalidad la práctica del deporte en las primeras etapas de la vida? ¿Qué rasgo de tu carácter crees que debes a tu rutina deportiva?

Creo que en edades tempranas el deporte, cualquiera que sea, es esencial. No solo te enseña valores como el respeto y el compañerismo, sino que también te ayuda a organizarte y a ser persistente. Personalmente creo que si algo me ha dado el deporte es la capacidad para organizarme en mi día a día; la ambición para querer buscar siempre la mejor versión de mí misma en cualquier ámbito de mi vida; al deporte debo esa persistencia y constancia para trabajar y conseguir los objetivos que me marco.

Aunque imagino que en tus primeros años podías sentir que competir era una especie de juego, la disciplina y el trabajo constante serían un habituales ¿Resultaba difícil conciliar todas las facetas de tu vida, académica, ocio, familia, amistades…?

En mi caso no me resultó complicado porque era algo que hacía porque quería; no me costaba ningún trabajo extra organizarme, al contrario, deseaba acabar todo cuanto antes para poder entrenar. Los sacrificios que hacía para poder entrenar y competir los hacía y hago gratamente: el círculo del que me rodeo sabe que es mi pasión y no me juzga por ello. Si he de estudiar por las noches, o dejar de salir tanto como antes, lo hago con gusto.

Perteneces a una generación en la que, teóricamente al menos, se ha trabajado por equilibrar de hecho lo que sobre el papel es evidente: la igualdad entre hombres y mujeres ¿alguna vez te has sentido señalada entre quienes te rodean por tu práctica deportiva?  En otras palabras, ¿te han dicho aquello de “este no es deporte para niñas”? 

La verdad es que yo personalmente he tenido mucha suerte: aunque es cierto que siempre he entrenado mayoritariamente con chicos, siempre me han visto como una igual y jamás me han infravalorado. Siempre hay gente que desacredita el papel de la mujer en el deporte, pero suelen ser ajenos a este ámbito; creo no hay que hacerles caso, porque si alguien duda de la validez de una mujer o de mí en este caso, solo tiene que entrenar conmigo para ver que no existe ningún tipo de diferencia ni motivo para ello.

 ¿Qué crees que ayudaría a mejorar la difusión del deporte femenino en general y de los deportes de contacto en particular?

Lo bueno y malo de los deportes de contacto es que son minoritarios, por lo que el seguimiento que tienen es poco independientemente de tu género; las críticas suelen venir de gente de fuera, quien entiende del deporte sabe que hay combates que pueden ser más o menos atractivos de ver; pero eso no depende de si están compitiendo dos chicas o dos chicos, sino de que los competidores tengan o no un nivel alto. No hay diferencias de patrocinio ni de ayudas económicas entre hombres y mujeres. Y si hubiera, no es la dinámica general. De hecho, la FEKM está luchando por acabar con esa estigmatización a la mujer y tienen en activo diversos proyectos para que no haya diferencias en el reconocimiento deportivo de uno u otro género.

A medio camino entre el boxeo y las artes marciales, como deporte de contacto ¿dónde radica el equilibrio entre el control mental y el control físico?

En deportes como éstos en que solo dependes de ti mismo, el trabajo mental llega a ser incluso más importante que el físico. Esto se da sobre todo a alto nivel donde todo se decide por pequeños detalles.

Parece que el nivel del deporte de contacto en nuestro país ha crecido exponencialmente en las últimas décadas y vive un momento feliz.  La selección nacional de Kickboxing a la que perteneces acaba de participar en el mundial de Jesolo (Italia) y ha cosechado varias preseas para el medallero.  ¿Cuál crees que es la clave del éxito?

Creo que la clave del éxito no es otra que el trabajo. La Federación Española de Kickboxing y Muaythai (FEKM) lleva bastante tiempo apostando por esa base; sobre ella recae todo, por una mejor formación de los equipos técnicos y arbitraje que permita a los competidores mejorar. La FEKM apuesta también por la formación de un equipo de competición al que se le intenta rodar lo más posible: no solo a nivel de campeonatos sino con un mayor número de entrenamientos conjuntos a lo largo del año; esto permite que nos ayudemos mutuamente a seguir mejorando cada día.

Precisamente en Italia, la suerte no te ha acompañado. Tengo que preguntarte cómo está tu rodilla y cómo va el proceso de recuperación… ¿Llegarás a la próxima cita?

Bueno aún es pronto para hablar, estoy pendiente de que se me realice una artroscopia para ver el verdadero alcance de la lesión. Independientemente de eso en cuanto todo se solucione comenzaré la rehabilitación para tratar de estar lo más pronto posible al máximo nivel posible.

Recientemente el Kickboxing ha recibido el reconocimiento del comité correspondiente como disciplina olímpica. ¿Te ves en una próxima convocatoria?  

El Kickboxing es hoy día un deporte olímpico, pero hay mucha confusión al respecto. No todo el mundo conoce que los deportes olímpicos no se limitan a los que acuden a los JJOO. Realmente hay muchos más deportes que tienen la consideración de olímpicos pero que no se encuentran dentro de los Juegos porque sería imposible la retransmisión de todos ellos, así que tiene que haber algún tipo de filtro. Por otra parte, este “olimpismo” lleva a una mayor exigencia y a la participación en un nuevo circuito de campeonatos. Todo ello genera mayor ilusión. Para mí, la participación en los Juegos queda lejos, aunque estaría más que encantada de poder acudir si algún día llega la ocasión.

Ya has sido subcampeona del mundo en 2018. ¿Sería el título absoluto tu mayor anhelo? ¿Cuál es tu objetivo inminente?

Bueno la verdad es que durante mi categoría júnior obtuve unos resultados difícilmente mejorables, siendo campeona y subcampeona del mundo y tercera de Europa…Siempre digo, sin embargo, que hasta que no se consigue un título en la categoría absoluta no se ha conseguido nada y mi objetivo no es otro que ese. Todo pasa, no obstante por recuperarme lo antes posible e ir campeonato a campeonato mejorando cada día.

¿Qué otros deportes practicas en la actualidad como complemento de tu preparación física o simplemente por placer?

Actualmente me dedico de manera exclusiva al Kickboxing y de hecho llevo una preparación física muy específica para este deporte. Es cierto que soy una amante de cualquier deporte y me encanta practicar todos los deportes posibles: siempre con cuidado de no lesionarse ni nada parecido. Si tuviera que mencionar alguno diría el tenis o hacer snowboard, aunque en ambos soy bastante novel.

Te preparas actualmente para opositar al cuerpo de jueces… Dicen que se trata de una de las pruebas más duras ¿Cómo es tu rutina diaria y cómo lo complementas con el kickboxing?

Bueno mi rutina diaria ahora mismo se basa en estudiar porque no puedo hacer mucho más… Antes de la lesión me levantaba pronto y estudiaba 8 horas, iba a entrenar y luego me sobraba tiempo para poder ver un rato a mis amigos. Lo bueno de practicar deporte a alto nivel es que te obliga a saber organizarte y no veo mucha diferencia en mi rutina diaria porque al final las horas que ahora dedico a estudiar antes las dedicaba a ir a clase y pasar apuntes, por lo que no puedo quejarme por ahora.

A menudo oímos a quienes trabajan en arbitrar nuestro marco legislativo que su labor es simplemente hacer que se cumpla la ley, no establecerla. En tu opinión, ¿es suficiente el articulado legal para luchar contra la desigualdad real?

Bueno, la realidad es que nuestro propio marco es consciente de que de nada sirve una ley si no se aplica correctamente: es por eso por lo que exige que se apliquen desde una perspectiva de género. Creo que la clave de la cuestión es esa, que a la judicatura y ciudadanía aún nos falta esa formación en perspectiva de género necesaria para que haya menos injusticia y desigualdad entre hombres y mujeres.

¿Qué medidas habría que implementar desde tu experiencia para dar al deporte femenino la misma consideración que al masculino?

Lo que hace falta es que se le ayude. No pueden pretender que hombres y mujeres estén al mismo nivel si no se les proporcionan los mismos recursos. Las mujeres han estado relegadas al ámbito privado mucho tiempo a lo largo de la historia y lo que hay que hacer es eso, apostar por ellas y dejar que evolucionen y mejoren cada día: esa es la única manera de que llegue el día en que la audiencia tenga el mismo deseo de ver a un competidor masculino que a uno femenino.

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