¿Por qué no las quiere?: Cronología de las humillaciones de Martín Presa a las jugadoras del Rayo

Una de las últimas humillaciones sufridas por las jugadoras del Rayo Vallecano tuvo lugar el pasado mes de marzo, cuando despertaron sin luz en sus casa por incumplimiento de pago por parte del club. 

Éste es el último capítulo en la historia de un equipo cuya directiva ha ido denigrando de manera continuada a sus jugadoras que sufren, desde hace años, una descapitalización importante cuyo fin presagia la desaparición de su equipo femenino.

Este último desprecio, según informa el medio Las Reinas del Balón, las estaría llevando a replantearse el declararse en huelga. Esta situación recuerda a la del mes de septiembre del año pasado, cuando el club también se atrasó en pagar los arriendos de las residencias de las jugadoras. Asimismo, nos trae a la memoria el episodio vergonzoso en el que se les ofreció un sandwich seco y dos manzanas como cena tras un partido.

Tal y como indicó Amanda Gutierrez, presidenta de FUTPRO:

“El Rayo Vallecano está incumpliendo el convenio colectivo y las condiciones dignas que permiten desarrollar a las deportistas su profesión”. 

Esto es, en parte, consecuencia de que no se destinen los recursos necesarios. En 2014 casi desaparece el Rayo Vallecano Femenino por no haber contado con un solo euro de inversión, crisis que lograron superar gracias a la ayuda económica de la afición.

Otra clara muestra de la situación de precariedad y desamparo que atraviesan las futbolistas es la ausencia de servicios sanitarios propios.  Esto provocó que en febrero del año pasado Camila Sáez, jugadora del Rayo, tuviese que ser atendida por un traumatismo craneoencefálico por el  equipo médico del Athletic de Bilbao y que en diciembre de ese mismo año se repitiese el episodio con Isidora Freitas quien, esta vez, fue asistida por el del Fútbol Club Barcelona. Ante esto, Martín Presa, el presidente del Rayo, con un cinismo despreciable que raya la tomadura de pelo, argumentó que lo hace para “no desabastecer el sistema de salud pública”.

El menosprecio hacia las jugadoras también se materializó con el fichaje de Carlos Santiso como nuevo entrenador.  Días antes se habían filtrado audios del técnico animando a sus compañeros jocosamente, en un acto de camaradería masculina repugnante, a imitar la actuación de los jugadores del Arandina. Es decir, a tomar como ejemplo la violación a una chica de 15 años de tres exjugadores de dicho equipo.

Nadie resultó indiferente a esta filtración. Aficionados y asociaciones se opusieron firmemente a la contratación de este señor, cuya misoginia y falta de respeto hacia las mujeres hace difícil concebir que se pueda crear un ambiente adecuado de respeto y profesionalidad hacia las personas con las que trabaja, es decir, mujeres.

Martin Presa y su claro ejercicio de desacreditación de la denuncia 

Santiso se excusó asegurando que lo que había dicho era “una broma”, sin embargo, a pesar de tildar él mismo de “imperdonable” su comentario, sí que obtuvo perdón. Continúa siendo el entrenador del Rayo Vallecano femenino y no ha sido castigado de ningún modo por sus palabras.

Fue en estas disculpas en las que se centró el presidente para argumentar su decisión de ficharlo. “Ha pedido perdón de rodillas”, comentó para la SER. Según él, “no hay ningún indicio de que sea un maltratador” a pesar de que, en el audio, animaba a cometer una violación. Además, se apoyó en el discurso rancio y manido de que “los comentarios de la gente que ha trabajado con él son impecables”. Esto recuerda a cuando se le pregunta al vecindario sobre el comportamiento del vecino que acaba de matar a su pareja, y responden sorprendidos porque “parecía un hombre ejemplar”.

No ha sido ésta la única perla que soltó Martín Presa en su cadena de excusas. Supuestos llantos en el despacho por parte de las jugadoras pidiéndole que no despida a Carlos Santiso y la salud mental de éstas, son algunos más de la lista de argumentos que dio para explicar su decisión de mantener al entrenador. Para entender el verdadero significado de estos argumentos, apliquemos la

ley a la inversa:

• Sería muy complicado encontrar a un presidente haciendo referencia a la salud mental de sus jugadores. 
• Aún más difícil encontrar a un presidente hablando de sus jugadores de forma generalizada concibiéndolos como un todo, sin que ninguno de ellos haya verbalizado nada al respecto de forma pública.
• E imposible encontrar a un presidente defendiendo la contratación de su entrenador argumentando que sus jugadores se lo piden llorando desde su despacho.

Pero, claro,

una vez más un hombre por el hecho de serlo y por su posición jerárquica se cree con la potestad de hablar en nombre ya no de una mujer, sino de un equipo,

en un claro ejercicio de paternalismo. 

Y nosotras nos preguntamos, tanto que le preocupa al señor Presa la salud mental de sus jugadoras ¿Acaso les resultará positivo tener como entrenador a una persona que bromea sobre abusar de las mujeres sexualmente? ¿Son beneficiosas para la salud mental  las condiciones de precariedad laboral en las que se encuentran?  

Respuesta que, en el caso de obternerlas, si quisiéramos verificar, no podríamos hacerlo pues él mismo se encargó de convertir su verdad en absoluta con la siguiente sentencia categórica :

 “Las jugadoras, y si alguna dice lo contrario te estará mintiendo, están muy a gusto”.

Esto es un claro ejercicio de desacreditación de la denuncia. Una vez más, se ningunea la palabra de las mujeres y se instrumentaliza su crítica. La política de la presidencia es  la de acogerse a los comentarios que les pueda favorecer y rechazar de plano todo lo demás. Si no les beneficia, ellas mienten. Una vez más un hombre diciendo cómo se tienen que sentir las mujeres. 

En este conflicto, también ha hecho un ejercicio de naturalización y normalización de los abusos sexuales al afirmar que “la AFFE se está intentando montar una película de esto”. Ahí, deja a todas las mujeres de la asociación relegadas al clásico rol de histéricas y quejicas, como si, realmente, animar a marcarse un Arandina no fuese para tanto. Esto es imperdonable y un claro ejemplo de la cultura de violación donde vivimos atrapadas.

Los medios y el blanqueamiento de la misoginia por parte de la dirección

En este punto de la lectura cabe reflexionar sobre el tratamiento mediático de este conflicto. Una vez hechos públicos los comentarios, la voz de instituciones públicas o privadas no han tenido cabida en los artículos pero sí hemos observado los argumentos del presidente en toda su extensión. Así, la cadena SER permitió al presidente excusarse. Sin embargo, no funcionó como altavoz para las personas en contra del técnico y no ha preguntado nunca directamente a ninguna de las jugadoras.

Pero no es el único medio de comunicación que cae, adrede o no, en el blanqueamiento del misógino de Santiso. La Vanguardia, Europa Press y la Sexta, por mencionar algunos, dotan de protagonismo las explicaciones de Santiso en sus publicaciones sin tener en cuenta las gravísimas consecuencias que tiene esta contratación sin debatir o reflexionar esta circunstancia desde el punto de vista de las mujeres.

¿Hasta cuándo?

       Si miramos con profundidad la situación que están atravesando las jugadoras del Rayo y nos esforzamos por leer entre líneas puede que el Rayo Vallecano se presente como un microcosmos de dónde podemos hacer una lectura de la estructura patriarcal de la sociedad en sí. Hiriente paternalismo, hombres hablando por nosotras,  ninguneo, jerarquías que nos oprimen y una profunda misoginia son algunos de los ingredientes con los que cocina la directiva del equipo. Una directiva llena de hombres que ven a las jugadoras como potenciales mujeres de las que abusar, como niñas o como histéricas pero nunca como lo que son:  mujeres adultas profesionales ¿Hasta cuándo?

(Foto de portada: EFE/Rodrigo Jiménez)

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