Hace tan solo un día saltaba la noticia de que Mariola Rus, vicepresidenta de la Federación Española de Rugby, presentaba su dimisión ante la falta de actuación por parte del organismo en “un proyecto de cambio” que nunca llega. Desde este diario, publicamos en exclusiva las primeras declaraciones que Mariola ha hecho acerca de su decisión.

Antes de profundizar en las causas y la postura que mantiene la ex vicepresidenta ante esta situación, conviene hacer un breve recorrido sobre su trayectoria en el mundo deportivo. Las primeras tomas de contacto de Mariola con el deporte fueron en baloncesto. Sin embargo, poco tardó en abandonar esta disciplina para iniciarse en rugby. La sevillana vivió la emoción de formar parte de la primera selección femenina de rugby XV, ha obtenido importantes títulos de entre los que podemos destacar su sexta posición en el Mundial de 1996, campeona de Europa de 1995 y líder de ‘Las Leonas’. Es, además, profesora de Educación Física en el Colegio Aljarafe. 

La presentación de su dimisión es un hecho verdaderamente llamativo por múltiples razones. Antes de comenzar como vicepresidenta, Mariola ya formaba parte de la federación, donde ejercía como vocal. El salto hacia la vicepresidencia vino motivado por la petición que realizó Alfonso Feijóo, actual presidente de la FER, cuando presentó su candidatura al cargo. Pero Mariola tenía claras sus condiciones. Aceptaría el puesto siempre y cuando se produjera un cambio.

Mariola Rus

“Me ofreció un puesto, para mi gusto, muy relevante para el rugby. Quería estar informada de la realidad y tomar decisiones. Advertí de que no quería ser una mera cuota porque, no se si lo sabéis, pero todas las federaciones deben cumplir una cuota mínima de cuatro mujeres. Me dijo que por supuesto, que no me preocupara por ello, que iba a estar en el Comité Ejecutivo y, por tanto, iba a tomar decisiones.”

La necesidad de un proyecto de cambio

Estas declaraciones llaman aún más la atención cuando observamos que, aparentemente, el rugby se presenta como uno de los deportes con mayores avances en materia de igualdad entre mujeres y hombres. En el discurso de Mariola se repite constantemente una palabra, “cambio”. Por esta razón, nos preguntamos en qué consistía dicho propósito. 

“El cambio principal consistía en una modernización de la composición ejecutiva del organismo. Hay personas muy mayores tomando decisiones. Estas se iban a jubilar y, por tanto, el cambio iba a ser que las personas jóvenes serían las responsables de controlar y tomar decisiones sobre el rugby español. Era el cambio que todos creíamos que iba a suceder, pero no se ha dado bajo ningún concepto. Entonces yo aspiraba a que entrara gente nueva, con una nueva forma de trabajar, iniciar nuevos proyectos, tener presupuestos, por ejemplo, diferenciados entre chicas y chicos… Y no teníamos nada de eso. Siguieron las mismas personas, tomando las mismas decisiones.»

Mariola hace referencia a una cuota que todas las federaciones deben cumplir. Como ha explicado, estas han de contar con un mínimo de mujeres -cuatro- representativas en la toma de decisiones. Sin embargo, vemos como su posición de liderazgo no le ha permitido materializar ese proyecto de cambio. Pero, ¿cómo es posible que esto suceda siendo, nada más y nada menos, que la vicepresidenta de la Federación de Rugby?

“Esa es mi gran pregunta. Yo se lo preguntaba al presidente. Una de las respuestas era que el Comité Ejecutivo no se había formado todavía. La Junta Directiva la nombra, el presidente a dedo. Normalmente está formada por el presidente, el secretario general, y algunos asesores. Pero a día de hoy, después de año y medio, sigue sin estar formado el comité. No me han convocado para  ninguna reunión. Cambié mi horario laboral inclusive desde el colegio para adaptarme a mi papel en la federación. Pero nunca me informaban. Si mi dimisión sirve para que la Junta Directiva se haya reunido formalmente y hayan podido hablar claramente para formar el Comité Ejecutivo, yo estaría encantada. No me tomo mi decisión como una rendición, me lo tomo como una reivindicación.”

Una representación que no se corresponde con la realidad interna de la FER

Sin embargo, sí que contaban con Mariola para la representación pública, es decir, de cara a los medios de comunicación. Cuando había que recoger algún premio o asistir a algún evento mediático siempre estaba presente. Se trata, por tanto, de una falsa representación, de un papel que poco o nada tiene que ver con la realidad interna. De esta forma, se vuelve aún más complejo romper el techo de cristal al que se enfrentan las mujeres en liderazgo. 

“Su preocupación es cumplir con la cuota. Cuando yo contacté a la Junta Directiva para expresar mi dimisión, con muchos detalles de por qué lo hice, pero sin sacar a la luz cosas privadas, porque me quiero ir de forma elegante, no obtuve ninguna respuesta inmediata. Pero sí que el presidente llamó rápidamente a otra mujer para que ocupara mi lugar.”

Desigualdad y la reproducción de una estructura patriarcal en la federación

Cuando la ex vicepresidenta dimitió eran cinco mujeres. Entre ellas se encontraba Elena Díez, ex capitana de Las Leonas entre 1999 y 2001, que ha dejado su cargo por las mismas razones que Rus. Es innegable que se trata, nuevamente, de las consecuencias de las jerarquías de poder que configuran las instituciones, organismos y empresas de este país. Estos organigramas guardan un elemento vertebrador común: la desigualdad y la reproducción de una estructura patriarcal. Por este motivo, cabe cuestionarse cuál es la situación de lo puramente deportivo. Para Mariola, uno de los cambios fundamentales que tiene que ocurrir es el de la creación de presupuestos diferenciados para los equipos femeninos y masculinos.

“Actualmente, sigue habiendo una bolsa común. Lo hemos pedido un montón de veces, que haya un presupuesto diferenciado porque, entre otras cosas, facilita mucha labor a posteriori para saber qué dinero, por ejemplo, se ha de destinar a la selección femenina o masculina para jugar un mundial.”

Quienes compiten más, cobran más

Cualquier propuesta nace, como no puede ser de otra forma, de unas carencias o de una necesidad de cambio. Las diferencias presupuestarias entre hombres y mujeres en el deporte sigue siendo uno de los mayores retos en materia de igualdad. Mariola explica que el rugby es un deporte en el que, realmente las mujeres tienen mayores triunfos que los hombres. Por tanto, a nivel deportivo no hay apenas diferencia. Es por ello que, monetariamente, no tienen sentido muchas de las decisiones que la federación ha llevado a cabo.  

“Quienes juegan en la selección reciben dinero, cobran las mismas dietas y sueldos. La diferencia en lo que cobran a final de año entre las mujeres y los hombres se produce por lo que cobran por competiciones. Los que compiten más, cobran más. La cuestión es que suele haber más competiciones masculinas que femeninas y, por tanto, cobran más. Es muy llamativo lo que ha ocurrido con los Presupuestos de 2020. La FER recibe un dinero, por ejemplo, de la World Rugby, que en este momento está más dirigido hacia ellas y, sin embargo, al final del presupuesto se ejecuta que ellos gastan más que ellas.” 

Son estas cuestiones las que motivaron a la ex vicepresidenta a luchar por ese proyecto de cambio. Para ella, una renovación en el personal suponía una modernización de los valores y las estrategias que como alta institución deportiva deben encabezar. Asegura, además, que en esta transformación debe estar compuesta por mujeres con competencias para generar el cambio. En esta línea, sugiere:

“Desde mi punto de vista, cuando una mujer cuelga las botas dentro del campo debe seguir trabajando para su club. Da igual de delegada, médica o entrenadora. Si además acabas en la junta directiva del club o en la federación pues estupendo. Quieras o no, el rugby es un deporte masculinizado todavía. Hay muchos sitios en España en los que no hay ni siquiera rugby femenino. Por eso las mujeres tienen que impulsar estos cambios desde arriba. Pero, también es un problema nuestro. Yo, por ejemplo,  tuve que convencer literalmente a estas mujeres que me acompañaban para entrar en la Federación. No está normalizado, no hay apoyos suficientes para derribar estas barreras.”

Mariola se marcha, pero su lucha continúa

Al inicio de esta entrevista, Mariola Rus dejaba bien claro que su decisión no era, en ningún caso una rendición. Para ella, esta es la forma en la que denunciar las estructuras de un sistema que sigue expulsando y eclipsando a las mujeres. Su marcha de la FER constituye la denuncia de una realidad que no se corresponde con la imagen que se intenta promocionar. Supone, además, la insumisión a un sistema injusto con las mujeres. Mariola se marcha, pero su lucha continua.

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