#LasNadies: Claves para entender qué tiene que ver Nadal o Gasol con la RAE .
Hace apenas unos meses las redes sociales se incendiaban con el hashtag #LasNadies. Éste fue creado de modo espontáneo a modo de protesta por el tratamiento que los medios de comunicación hacían de la victoria número 21 de Rafa Nadal en los Grand Slams. Mientras la mayor parte de los titulares se hacían eco de la noticia asumiendo, sin ningún tipo de indagación, que Nadal se había convertido en la persona con más títulos en esta categoría, el hashtag les recordaba que a lo largo de la historia no una ni dos, sino tres mujeres se le habían adelantado.
Margaret Court, quien da nombre precisamente a una de las pistas en las que se disputa el Open de Australia, fue la primera en hacerlo antes de la era Open. La australiana posee 24 Grand Slams logrados a lo largo de su carrera, dominando en el Abierto de su país con 11 títulos, 5 trofeos en Roland Garros, 3 de Wimbledon y 5 US Opens. Todo ello, sin contar otros 19 que logró en dobles.
Steffi Graf, que en los años 80 y 90 dominó en el tenis femenino. Graf acumuló en su carrera un total de 22 títulos individuales: 4 Open de Australia, 6 Roland Garros, 7 Wimbledon y 5 US Open. Un equilibrio que demuestra la polivalencia y el dominio de la tenista, independientemente de la superficie.
Serena Williams, Alcanzó a la alemana y la superó con sus 23 Grand Slams, quedándose, por ahora, a solo uno del récord en el WTA. La norteamericana se convirtió en la reina de Wimbledon, donde más ha ganado con sus 7 títulos, 7 en el l Open de Australia, a los que suma 3 Roland Garros y 6 US Open.
Estos son algunos de los titulares que abrían las portadas de los medios de comunicación:
Pese a lo evidente de estos titulares, muchas personas han justificado el empleo de estos términos basándose en las diferencias que existen entre las competiciones de hombres y mujeres. Para los que defienden que en categoría femenina, los partidos de Grand Slam se disputan al mejor de tres sets y no cinco como en la ATP. Se puede argumentar que de hecho, de ser así, Nadal no podría haber logrado, por ejemplo, este último Open de Australia que hubiese ganado Medvedev con los dos primeros sets.
Esto no refleja la realidad y además, no es un hecho aislado
Basta con echar un vistazo a noticias de línea similar en otros deportes para descubrir las carencias y el atraso que existe en la visibilidad que las mujeres y sus triunfos debido al masculino genérico. Ejemplo de ello fue lo acontecido cuando los medios asumieron que Gasol se alzaba como el español más exitoso de la NBA sin hacer mención a las mujeres españolas que triunfaron o triunfan en la WNBA.
La misma dinámica se puede apreciar en los siguientes titulares referidos a Baloncesto americano.
Obviaron, una vez más, la larga lista de mujeres que juegan y triunfan en la liga norteamericana con más anillos que Gasol. En concreto los logros de los españoles y las españolas son los siguientes: Tres anillos Amaya Valdemoro, tras ella, se encuentran con dos Pau Gasol y con uno, Anna Cruz, Astou Ndour, Marc Gasol y Serge Ibaka.
Las trampas del masculino genérico
La RAE persiste en la defensa del masculino genérico sin tener en cuenta la evidencia científica que demuestra que en la supuesta universalidad que se defiende no están incluídas las mujeres. Este uso abusivo del masculino genérico que pretende describir la realidad sólo a través de los ojos y la voz de los hombres es un rasgo más de la sociedad androcéntrica de la que formamos parte.
Muchos sustantivos tienen la doble función de designar al varón, el masculino específico, y de englobar a los dos sexos a la vez, o sea, el masculino genérico. La palabra hombre se identifica con persona, englobando al género humano y también con varón. Esta doble identificación simbólica entraña en ocasiones confusión, pues el contexto no aclara si se refiere al hombre en sentido genérico o específico. Cuando se refiere a personas, incluyendo a las mujeres, el proceso de identificación, debido a la masculinización del pensamiento, oculta la presencia de ellas.
La primacía cognitiva del masculino según la Psicología
La psicología podría ayudarnos a explicarlo con el concepto de “priming crónico”, una especie de ley de primacía cognitiva. Ocurre que, mientras el contexto no cierre el sentido del término, se prima la activación de la interpretación más fácilmente accesible (que es la que suele ocurrir con más frecuencia, la próxima a cruzar el umbral de la percepción consciente). En español (y en nuestra cultura), salvo que el contexto sea completamente preciso y obligue a incluir el femenino, está primado crónicamente el masculino: y lo normal es que percibamos “masculino” si no oímos específicamente “femenino”, y que relacionemos con varones si no se nos induce a relacionar específicamente con mujeres.
Atrévete responder las siguientes adivinanzas
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“Pérez tenía un hermano. El hermano de Pérez murió. Sin embargo, el hombre que murió nunca tuvo un hermano”. ¿Quién es Pérez?
Google y Masculino Genérico
Google y sus algoritmos tampoco entienden que el masculino genérico englobe a ambos sexos por mucho que insista la RAE. De nuevo se invisibiliza a las mujeres gracias al androcentrismo inherente del masculino genérico. Si buscamos “los mejores tenistas de la historia”, los artículos que aparecen en cadena coinciden con un largo listado de hombres. Se excluye totalmente a la mujer. Por tanto, queda en evidencia la asimilación del masculino genérico y el específico.
Los algoritmos de Google reflejan la realidad sexista y androcéntrica de la sociedad y su reflejo en la RAE. Los encargados de introducir los datos que reproducen este pensamiento discriminatorio con la mitad de la población mundial son personas. Por tanto, es necesario un cambio estructural y una revisión de las estrategias comunicativas actuales. Hablar de un lenguaje que incluya a las mujeres es hablar de justicia. Es la humanización del lenguaje. Por todo ello es necesario plantar cara a los medios, poderes y tecnologías que, lejos del desarrollo que dicen encabezar, retrasan unos derechos que la historia y la sociedad nos debe.
Esther Rodríguez, Nuria Castro y Lucrecia Martínez
Cuaderno de Quejas
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Desvelamos el sesgo sexista y la cosificación que destilan los algoritmos de los motores de búsqueda de las mujeres en general y de las mujeres en el deporte en particular. Además mostramos el resultado de lo que hemos dado en llamar las “listas infames” de Youtube y secciones de diarios deportivos que sexualizan y cosifican a las mujeres denigrándolas y ocultando las potencialidades de las mismas como deportistas o profesionales.
#LasNadies: Claves para entender qué tienen que ver Nadal o Gasol con la RAE
Los medios de comunicación continúan invisibilizando a las mujeres a través de múltiples formas. En este caso analizamos las trampas del masculino genérico evidenciando la primacía cognitiva del masculino según la psicología.